viernes, 2 de abril de 2010

Creencias, costumbres...


Las creencias, costumbres y supersticiones también forman parte del imaginario popular, herencia de un pasado más ligado a lo religioso, al que en ocasiones se le añadieron otras prácticas para conjurar el mal y proteger cosechas, personas y ganados. Una época del año en que esto se ponía de manifiesto era Semana Santa, cuando había una serie de gestos y hechos que no estaban dentro de las buenas costumbres, suponiéndole unas consecuencias negativas. Recuerdo varios ejemplos:

- No colocar herramientas de trabajo como la azada o "eixada" sobre el hombro, llevándola en la mano, pues era considerado un gesto inapropiado o pecaminoso; ¿relacionado con Jesús y la Cruz?

- No limpiar la casa el Jueves Santo y Viernes Santo, pues luego aparecerían bichos como las hormigas o "formigas" el resto del año.

- No lanzar piedras a los animales, teniendo especial cuidado los que "añisgaban" o apuntaban bien, no romperles una pata, un ojo... porque eso mismo ocurriría más veces a lo largo del año.

También recuerdo de esta época (Semana Santa) cuando nos quedábamos en la iglesia a "velar el Sagrario". Era desde que se colocaba el Monumento y los Oficios de Jueves Santo a los de Viernes Santo. Cuando había mucha gente era más sencillo, pero en los últimos años se iban turnando para que hubiera siempre alguien en la iglesia. El ambiente sobrecogedor con el fuego en el "cabildo" o exterior de la iglesia, pues hacía frío; las charlas e historias y también la oración, claro.

Estaba también la procesión del Jueves Santo desde el altar hasta el Monumento, donde las madres tendían en el suelo a sus niños enfermos, para que pasara por encima la Custodia con su poder curativo.

El Domingo de Pascua se hacía la procesión del Encuentro, donde iban los hombres por un lateral de la iglesia con el Niño Jesús y las mujeres por el otro con la Virgen. Cuando se encontraban, se repicaban las campanas y se echaban flores desde el campanario, cantando una copla o cántico que sabían muy bien Anselma e Isolina (entre otras), a ver si la podemos poner en otra ocasión.

Ahora, como quedan pocas personas, ya no se vela ni se procesiona como antes. Más bien podemos decir que éstas velan por todo Trabazos, actuando como vigías en su silencio y soledad.


Saludos para todos


Emiliano